Durante todo este año se instruyó al personal de los nueve jardines infantiles VTF pertenecientes a la Red de Educación Pública de Quillota (RED Q) con el objetivo de que las profesionales aprendieran a reconocer las características de esta condición de manera de poder intervenir oportunamente ante cada caso de su comunidad educativa.
“Esta capacitación se realizó con financiamiento FAEP 2019 que son fondos de apoyo a la educación pública que entrega el Ministerio de Educación. El cierre se realizó el jueves 26 de diciembre en el marco del desarrollo profesional docente y fue dirigido a todo el personal del establecimiento que es el Jardín Infantil Pequeños Pintores. La capacitación estuvo a cargo del Educador Diferencial, Alejandro Chávez Martí, que es un colaborador nuestro y del sicólogo, Rodrigo Rocuant Guajardo, funcionarios ambos del Centro de Educación Especial Los Paltos de nuestra comuna. Ellos trabajan hace mucho tiempo en aula con niños y niñas de diferentes edades que presentan esta condición del TEA. Los profesionales fueron coordinados por el Asesor Técnico Pedagógico del DAEM, Oliver Oyanedel Sáez, quien los ha acompañado en todo el ciclo de capacitación el año 2019 y considero que es muy necesario que las educadoras, técnicos y los diferentes agentes educativos reconozcan las características de esta condición y así poder abordar las estrategias para la detección temprana al interior de las aulas y en diversos espacios educativos. Es una decisión muy responsable para llevar un mejor pronóstico y de hecho, todos estos ciclos y este reconocimiento mejoran el pronóstico de los niños y de las niñas con alteraciones y así, los podemos remitir a una evaluación diagnóstica completa donde se aplican las mejores estrategias didácticas para trabajar de una mejor manera esta condición. Actualmente, muchos niños y niñas de nuestro sistema presentan la condición TEA y el propósito es intervenir oportunamente”, declaró la Coordinadora de Jardines Infantiles VTF JUNJI para RED Q, Cristina Bonet Zambrano.
Además, Bonet agregó que la mayoría de los padres de niños y niñas con TEA son conscientes de las alteraciones de sus hijos y sobre todo, a contar de los 18 meses de edad, momento en que se observan los signos más evidentes del trastorno.
TEA
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una afección neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Afecta cómo una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Este trastorno incluye lo que se conocía como síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Se lo llama «trastorno de espectro» porque diferentes personas con TEA pueden tener una gran variedad de síntomas distintos. Estas pueden tener problemas para hablar y es posible que no miren a los ojos cuando se les habla. También, pueden tener intereses limitados y comportamientos repetitivos. Es posible que pasen mucho tiempo ordenando cosas o repitiendo una frase una y otra vez. Parecieran estar en su «propio mundo».
Durante los chequeos regulares, el doctor debería examinar el desarrollo del niño. Si existen signos de TEA, el niño tendrá una evaluación completa y exhaustiva y esta puede incluir un equipo de especialistas que realizarán varios exámenes y evaluaciones para llegar a un diagnóstico.
No se conocen las causas del trastorno del espectro autista, pero las investigaciones sugieren que tanto los genes como los factores ambientales juegan un rol importante.
Actualmente, no existe un tratamiento estándar para el TEA, pero hay muchas maneras de maximizar la capacidad del niño para crecer y aprender nuevas habilidades. Cuanto antes se comience, mayores son las probabilidades de tener más efectos positivos en los síntomas y las aptitudes. Los tratamientos incluyen terapias de comportamiento y de comunicación, desarrollo de habilidades y/o medicamentos para controlar los síntomas.