Search

Comedores solidarios aumentan con la cuarentena y ya entregan alimentación a más de 7 mil quillotanos

Actualmente funcionan 13 en diferentes barrios, además de tres panaderías comunitarias, por lo que se requiere el apoyo solidario de la comunidad para su mantenimiento

«Querer es poder» dice un grupo de vecinos de la Población «Beatita Benavides» de Quillota. Bajo ese lema, la semana pasada pusieron en marcha un comedor solidario en su sede social, ubicada en calle Santo Domingo esquina Las Industrias. Diariamente entregan 120 almuerzos, de lunes a viernes, incluso los días festivos.

Es un ejemplo de solidaridad y colaboración entre vecinos, que se ha replicado en diversos puntos de la ciudad, con la comunidad organizándose para ir en apoyo de quienes más lo necesitan, en medio de la crisis sanitaria y la cuarentena total vigente en la ciudad. En este contexto, las fuentes laborales han sido las más afectadas, situación que tiene muy preocupadas a las autoridades y comunidad.

Según la presidenta de la junta de vecinos «Beatita Benavides», Olga Cisternas Cisternas, en su barrio existen muchas personas sin trabajo. Por este motivo gestionaron y pusieron en marcha la iniciativa. Según detalló, “al principio era un sueño, hoy es una realidad. Nos costó mucho, serían como dos meses desde que teníamos la idea, pero no los aportes (…). Les digo a mis vecinos que el platito de comida está seguro de lunes a viernes, incluyendo los días festivos. Nuestra meta es llegar a sábados y domingos”, explicó la dirigenta.

El comedor de «Beatita Benavides» es una de las 13 iniciativas de alimentación comunitaria existentes en la ciudad, las cuales entregan cerca de 7.500 almuerzos semanales.  A estos comedores se suman tres panaderías solidarias, que preparan y distribuyen más de 600 panes a la semana.

La Municipalidad de Quillota está incentivando la creación de este tipo de iniciativas, relevando el rol solidario de los dirigentes y vecinos, además de apoyar, de acuerdo a la realidad y requerimientos de cada comedor, con víveres e insumos, como carne, pollo, legumbres y vales de gas. Además, contratando a manipuladoras de alimentos para los comedores que necesitaban ayuda para la preparación de los almuerzos.

A raíz del surgimiento de estas iniciativas en diversos puntos de la ciudad y con el objetivo de coordinar el apoyo que les brinda, la Municipalidad designó a la trabajadora social Jeniffer Álvarez como encargada comunal de los comedores solidarios. La profesional explicó que “el trabajo para el que se me designa es coordinar el apoyo municipal que se le entrega a los comedores, para que sea constante, permanente y se haga de manera organizada”. Además, en su labor también se incluye gestionar operativos de test rápido de Covid-19 para los voluntarios a través del Departamento de Salud Municipal y coordina la sanitización de espacios con el Departamento de Ingeniería en Tránsito.

Todas estas acciones se enmarcan en el plan de la Municipalidad que apunta a que nadie pase hambre en la ciudad durante la pandemia. El alcalde, doctor Luis Mella Gajardo, comentó que “hoy Quillota tiene 13 comedores solidarios y tres panaderías comunitarias, y en todas ellas nuestro Municipio está disponible y dispuesto para ayudar, para apoyar. Porque lo que queremos es que la gente nuestra pueda tener acceso a lo básico, que es la alimentación. Mis agradecimientos como alcalde a tanta gente solidaria que forma parte de esta comunidad de los comedores».

Además, el alcalde Mella adelantó que el Gobierno Regional aprobó recursos para los comedores solidarios, que complementarán los aportes que entrega el Municipio.

Se replican en diferentes barrios

Otro comedor existente en la ciudad es el de «Chile Nuevo», en el sector El Bajío, ubicado en calle Los Copihues 1125. Esta iniciativa es de carácter familiar, gestionada por Pamela Martínez Vera y su familia, quienes decidieron poner en marcha un comedor ante la necesidad de muchos de sus vecinos, en especial, de adultos mayores sin redes de apoyo y personas que perdieron su fuente de ingreso producto de la pandemia. Junto con amigas preparan y entregan 120 almuerzos de lunes a domingo. Durante las últimas también brinda pan.

Pamela Martínez Vera afirmó que “es demasiada la necesidad que tienen las personas acá y se los digo sinceramente: necesito ayuda y muchos comedores necesitamos ayuda. Colóquese la mano en el corazón. Yo le digo sinceramente a las personas que tienen plata: yo no tengo mucho, pero ayudo harto y en lo que puedo”.

En la sede social de Rosales Kennedy también hay un comedor hace algunas semanas, organizado por un grupo de vecinos, que entre lunes y sábado entrega 1.200 almuerzos a una comunidad de más 3 mil vecinos. Su encargada, Karen Madrid Oyarzo, comentó que para ellos ha sido complicado mantener el comedor y gracias al apoyo municipal y gestiones realizadas, han podido seguir entregando alimentos. De hecho, hace dos semanas también iniciaron una panadería solidaria, que entrega más de 200 panes, tres veces por semana.

 Haciendo un llamado a la comunidad para que colabore, en especial al empresariado local, Karen Madrid señaló que “tenemos que ser un poco más empáticos hoy día, porque no solo los barrios vulnerables están sufriendo, sino que está sufriendo todo Quillota. Yo creo que hay que hacer un llamado, porque estamos mal, tenemos que ver cómo lo hacemos. Yo sé que la Municipalidad no da abasto para todo, pero debemos ver y buscar un recurso, para ver cómo lo hacemos entre todos”.

Otras iniciativas de alimentación comunitaria son el comedor de Villa Antumapu, ubicado en Andrea del Verrocchio 1451, que de lunes a viernes entrega 1.500 raciones de alimentos. Además, el comedor del Cerro Mayaca Alto, de lunes a viernes, brinda 600 almuerzos en el Cecosf. Asimismo, el comedor del Club Árabe, en 21 de Mayo 99, reparte 140 raciones los sábados.

En el Cerro Mayaca Bajo, el comedor Renacer, ubicado en Óscar Alfaro 1.000, entrega 1000 almuerzos de lunes a domingo. En tanto que en «Manuela Figueroa» existen dos iniciativas: el comedor «La Hora Feliz», que funciona los sábados y domingos en calle Principal 1371 y entrega 180 raciones de alimentos, además de otro que está ubicado en Araucarias 1335, que reparte 1.200 almuerzos de lunes a viernes.

También existe La Olla Solidaria Delivery, ubicada en Poetisa Winétt de Rokha 1912, que de lunes a domingo brinda 300 almuerzos. Mientras que en Aconcagua Sur existe un comedor-panadería solidario municipal, que entrega 200 almuerzos y 400 panes. Asimismo, la semana pasada los vecinos del Condominio Víctor Vergara pusieron en marcha su comedor. Finalmente, en El Peumo 48, sector del mismo nombre, de lunes a viernes otro comedor entrega 450 raciones de alimentos. Durante los próximos días abriría otro comedor en Lo Garzo.

Ante tantos esfuerzos solidarios, los recursos son limitados, en circunstancias que la pandemia y la cuarentena total en la ciudad han hecho aumentar la demanda. Por ello, se requiere más ayuda de la comunidad quillotana para apoyar la labor de los comedores. La trabajadora social Jeniffer Álvarez hizo un llamado a que quienes puedan efectuar aportes para esta iniciativa puedan coordinarse, escribiendo al correo electrónico jeniffer.alvarez@quillota.cl.

¡Comparte esta nota en tus redes sociales!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *