En dependencias del establecimiento educacional RED Q se reunieron las Asistentes de la Educación para ser parte del taller dictado por el Sicólogo Rodrigo Rocuant y Educador Diferencial Alejandro Chávez, ambos profesionales del Centro de Educación Integral Los Paltos con vasta experiencia en la materia y quienes dictaron la capacitación a las docentes.
En tanto, la instrucción contempla en una primera etapa a algunas entidades educativas del sistema, con miras a poder abarcar la totalidad de ellas, son tres sesiones por escuela y en esta oportunidad fue la primera del Colegio de Niñas de Canadá.
Esta actividad es organizada por el Área Técnico Pedagógica DAEM, a cargo de su Coordinador Marcelo Zelaya Torres, quien indicó: “El objetivo es poder capacitar a los profesores y profesionales de la Educación, en este caso Asistentes de la Educación en torno a este espectro, que es el Espectro Autista, relacionado fundamentalmente con competencias específicas de desarrollo de trabajo en el aula, es decir aquello que permita a las profesionales y asistentes poder acercarse de la mejor forma posible a la problemática que enfrenta un número cada vez mayor, un número creciente de niños en nuestra población”.
TEA
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.
Los síntomas fundamentales del autismo son dos:
• Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social.
• Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Los indicios que pueden ser indicativos del TEA en los niños son:
• En el parvulario y en la escuela, hay falta de interés por los otros niños.
• No comparten intereses (no acostumbran a señalar con el dedo aquello que les llama la atención para compartirlo con los demás).
• Ausencia de juego simbólico (dar de comer a muñecas, hacer cocinitas, jugar a coches como si fueran de verdad, etc.).
• Se establece poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del interlocutor cuando juntos están viendo alguna cosa inusual. No acostumbran a realizar la sonrisa social.
• Su lenguaje, si existe, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas).
• Evitan el contacto físico o les gusta más bien poco. Acostumbran a tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva. Frecuentemente existe poca sensibilidad al dolor.
• Reaccionan poco ante la voz de sus padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo.
• Presentan intereses inusuales. Además, son repetitivos y no compartidos.