El Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota efectuó una capacitación a los equipos que deberán llevar a cabo la iniciativa
En el salón de reuniones del Centro de Salud Miguel Concha se efectuó la capacitación a los equipos de salud del establecimiento y del Cesfam La Palma, que el Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota escogió para llevar a cabo un programa piloto que considera la entrega de lápices de insulina a los pacientes diabéticos de modo de facilitarles su tratamiento y evitar descompensaciones.
Quillota junto a otras tres comunas, de un total de 18 que supervisa el Servicio de Salud, fueron elegidas para desarrollar este programa piloto a cargo del Programa de Salud Cardiovascular de la Dirección de Atención Primaria del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen diabetes, una enfermedad crónica que se encuentra entre las 10 que más muertes causan en el mundo.
Enzo Sepúlveda Valenzuela, referente del Programa de Salud Cardiovascular, explicó que “como programa hemos estado trabajando hace 5 años haciendo evaluaciones de los indicadores del programa en relación con las prestaciones que vienen en la canasta GES de los pacientes diabéticos. Dado los resultados, y que el programa lleva mucho tiempo, es necesario hacer algunos cambios para mejorar la calidad de vida de los pacientes. El tener pacientes en control que estén descompensados, que terminen en amputaciones no es nuestro objetivo”.
En ese contexto es que el Servicio de Salud decidió implementar un programa piloto que consiste en la entrega de lápices de insulina a los pacientes diabéticos de modo de facilitar su tratamiento. Enzo Sepúlveda explicó que “los objetivos son claros el paciente que tiene alguna discapacidad o un adulto mayor de 80 años, el ajustar una dosis de insulina a través de una jeringa es algo complejo y esas variaciones afectan la insulina del paciente, por lo que se descompensa. Pretendemos con los lápices que el paciente pueda administrarse la dosis escrita, si le dicen que sean 4 dosis que efectivamente sea esa cantidad y no 5 ni 3”.
Los lápices de insulina ofrecen dosis más precisas; facilidad en la dosificación de las unidades de insulina; sencillez en su manejo y es fácil de transportar. En el caso del programa piloto se entregarán a los centros de salud Miguel Concha y Cesfam La Palma los lápices de insulina de acuerdo con la cantidad de dosis que tenga el paciente, por ejemplo, si el paciente tiene prescritas 10 unidades con un lápiz le bastará, pero si tiene 20 o 30 va a necesitar más de uno.
Respecto de quiénes podrán acceder a la entrega de este lápiz de insulina, Enzo Sepúlveda explicó que “el paciente que va a ingresar al programa tiene que cumplir con un perfil porque eventualmente algunas personas no van a ingresar porque no tienen adherencia, no asumen responsabilidades y en el tema de la adherencia es vital la participación de un psicólogo para el convencimiento de la enfermedad y del paciente a cumplir con las indicaciones, por un lado está el equipo de salud y por el otro está la red de apoyo social, laboral y familiar porque la iniciativa implica cambios de conducta, cambio de hábitos de vida y de alimentación, que son muy difíciles, es muy complejo”.
En la capacitación realizada en el Centro de Salud Miguel Concha, participaron médicos, enfermeras y nutricionistas, además de la químico farmacéutico quien estará a cargo del stock de lápices de insulina que se entregarán sólo algunos pacientes que sean corresponsables en su tratamiento.