Con una serie de actividad orientadas a la comunidad, durante este mes el Cesfam de Boco ha realizado la celebración de fechas destacadas como son la Semana de la Lactancia Materna, el Día del Niño y el Mes del Corazón.
En el caso de la Semana de la Lactancia, que se conmemora entre el 1 y el 7 de agosto, el equipo de salud del Cesfam organizó una Mesa Intergeneracional en torno a este hito en la vida del ser humano que no sólo se reduce a la entrega de alimentación, sino que también es un acto de amor y protección. En la actividad participaron la nutricionista Yolanda Araya Pérez y Catalina López Calderón, terapeuta ocupacional, quienes motivaron a las mujeres para contar sus experiencias de cómo amamantaron a sus hijos e hijas, lo que sirvió a las gestantes que muy pronto vivirán este lindo proceso. Junto a la charla que se propició también se invitó a las mujeres a confeccionar collares de lactancia, un accesorio que satisface el instinto de agarre del bebé durante las tomas. En este encuentro también participaron un par de mujeres haitianas que a pesar de la barrera idiomática manifestaron su disposición a participar en las actividades del Cesfam donde se atienden.
Otra de las actividades consideradas fue la celebración del Día del Niño y la Niña que benefició a las comunidades de Manzanar y el Jardín Infantil Sueños de Luz y Luna. En el primer caso, la actividad estuvo a cargo de la Posta que se reunió con los vecinos para llevar a cabo una celebración en el salón rústico de la Junta de Vecinos de Manzanar, donde hubo un show y se instalaron juegos inflables para que los niños y niñas pudieran disfrutar, además de saborear ricas preparaciones.
La otra celebración se llevó a cabo en el Jardín Infantil Sueños de Luz y Luna, donde el Cesfam contó con el apoyo y colaboración del equipo del programa Chile Crece Contigo y el Programa de Apoyo a la Salud Mental Infantil -PASMI-. En el marco del Mes del Corazón las profesionales realizaron una actividad orientada a promover la comida saludable, por lo que invitaron a los niños y niñas a participar en una actividad lúdica, en la que debía colocar en un buzón tarjetas con los alimentos que hacían feliz al corazón y los que no, de modo que diferenciaran la comida chatarra de la saludable.